La total desarticulación entre la educación y el campo estrictamente productivo cierra el círculo de la improductividad, la falta de interés, los altos niveles de deserción escolar al terminar los grados de la educación básica por cuanto el nivel de media no brinda al futuro bachiller opciones diferentes a ir a la universidad o emplearse en cualquier oficio para el cual no está capacitado.

Resulta pues evidente, que nuestro país debe incorporarse a este proceso si desea elevar la calidad de vida de sus habitantes, incrementar su producción y mejorar su infraestructura esto teniendo en cuenta que en el análisis de nuestra realidad se destacan aspectos referentes a nuestra extensa y difícil geografía, la baja productividad de nuestro sector industrial, la tendencia desfavorable del mercado internacional para nuestros productos primarios y la importancia cuantitativa de nuestro sistema educacional, la ley 115 de 1994, demanda de personal capacitado y entrenado para mantener las redes de datos que mueven a la economía mundial. Esta necesidad está creciendo rápidamente junto con la complejidad que rodea el diseño, la implementación y mantenimiento de una economía basada en internet..